jueves, 16 de agosto de 2012

Una oportunidad


Estaba pensando cuando servia en la Frater  vendiendo refrescos, recuerdo que tenia 14 años y era el encargado de los refrescos, tenia un grupo de amigos que me ayudaban a vender y para nosotros era todo un reto nos sentíamos motivados sentiamos que Dios nos usaba, aunque debo admitirlo que muchas veces o siempre nos faltaban envases y no nos salian las cuentas (jajaja!) pero aprendi a tener responsabilidad y a cuidar las cosas que me encargaban, alguien confió en mi y me dio la oportunidad de hacer algo para Dios (tío plu). Y cuando cumplí 15 años me invitaron a formar parte del ministerio de jóvenes me recuerdo que apoyábamos a el lider ( Nato) y aprendí muchas cosas que marcaron mi vida, tenia algo y alguien con quien estar comprometido.

1 SAMUEL 17: 50 "Así David triunfó sobre el filisteo con sólo una honda y una piedra, porque no tenía espada."


Dios considero que un pastorcito de 15 a 16 años, sin carrera militar, sin saber usar armas, mas que su honda era capaz de enfrentar a un experimentado, bien armado y gigante guerrero y derrotarlo. 
También Dios considero que un niño de 8 años, llamados Joás, podria ser uno de los mejores reyes que ha tenido Israel.

Los adolescentes estan esperando oportunidades para convertirse en adultos responsables, capaces y maduros que tanto necesitamos.



Ellos quieren usar los talentos y habilidades que están descubriendo. Estan ansiosos por compartir lo que han recibido, por hacer cosas grandes para Dios. Te sorprendería escuchar a varios de GAFA predicar o compartir las buenas nuevas con los perdidos.
Estan deseosos de enviarle pedradas a la frente de los gigantes o de ocupar puestos de reyes. Quieren encontrar un lugar en el cuál se sientan útiles, necesitan experimentar que Dios puede usarlos para ser de bendición, es parte del descubrimiento de su propia identidad y el propósito de Dios para sus vidas. Deberíamos facilitarles esa búsqueda y no generar "ninis" en la iglesia tratando de entretenerlos o de tenerlos sentados solamente.

En vez de pagar para que hagan su maestria en Angry Birds, o su doctorado en el Manejo de Facebook, o una vida sentada en la iglesia, desafiemos a los adolescentes a escribir libros, aprender a tocar un instrumento, a dar una predicación, a organizar enventos, dirigir reuniones, buscar una área de servicio, aun vendiendo refrescos; hay que darles responsabilidades y oportunidades para que usen sus talentos y habilidades que Dios ha puesto en ellos. También demosle la oportunidad e fallar y poder asi corregir y mejorar.

¿Les darías esa oportunidad?